Bueno
os voy a contar un poco de cómo fue uno de los mejores días
deportivos de mi vida, son de esas pruebas que uno sueña y que con
un poco de constancia, preparación y mucha muchas ganas, se
consigue, además de sufrir claro. Deciros que dos días antes de la
prueba, mi querido gemelo derecho me dio un aviso, el día antes os
puedo asegurar que iba con un poco de cogerá, pero bueno estoy
acostumbrado ya como mi otro ser querido MI RODILLA DERECHA, que la
tengo literalmente GODIDA. El día de la prueba amaneció uno de esos
días que ya echábamos de menos, sol, sol y sol, por lo que
cambiaron mis planes sobre la vestimenta que me iba a poner en la T2
y en la T3 (Transiciones), que aunque parezca mentira es muy
importante.
Con respecto al tramo de agua estaba claro y obligatorio
que debía de utilizar el traje de neopreno y debajo el mono de
triatlón ( el cual tiene una badana que es de papel de fumar), en el
tramo de bicicleta en un principio iba a utilizar la equipación del
club, pero como ya he dicho era el dia era perfecto, por lo que una
vez me quite el neopreno, me quede con el mono de triatlón que lo
sueles llevar debajo y hacer el tramo de bicicleta con él, para
posteriormente hacer lo mismo con el tramo de carrera.
Lo
que fue la prueba, deciros y no hace falta decirlo que los nervios
estaba a flor de piel. Eran sobre unas 750 personas ( sobre 110
abandonaron) y en el tramo de natación se hace siempre en estas
pruebas un poco difícil, imaginaros nadando en la playa 750 personas
juntas, en tramo que constaba de una primera boya situada a 200
metros por lo que cuando se llega a dicha boya y tanta gente tienen
que dar la vuelta en ella, es horrible, “patada en la nariz,
puñetazo en el gemelo izquierdo, codazo etc…” posteriormente le
seguía otra boya situada a 700 metros de la primera, por lo que aquí
la gente se va quedando y unos se van mar adentro y otros se desvían
hacia la playa (importante en estos casos es buscar un punto de
referencia en la costa, como por ejemplo un edificio, que fue lo que
hice yo). Una vez bordee la segunda boya mi querido gemelo me dijo
Pepe aquí estoy, joderrrrrrrr y joderrrrrrrr, todavía me quedaba
1000 metros, más la bici y la carrera, por lo que opte por utilizar
solo el tren superior para nadar y no utilizar las piernas. Bueno la
cosa fue bien pasando la tercera boya situada a 200 metros de la
segunda y la roja y ultima para ya encarar la playa, realizando esta
parte en 43 minutos. Una vez se salía del agua tenía unos 400
metros de carrera hasta la T2, de los cuales 200 eran de arena de
playa, por lo que tenía que tener mucho cuidado con el gemelo.
Una
vez que llegas a la carpa de la transición te pones el calcetín,
las zapatillas, las gafas y el casco, y a montarte en la bicicleta
para realizar los 90 km. Era la parte de la prueba de la que menos me
preocupaba con respecto a lo físico, luego siempre tiene el temor de
que falle la bicicleta y se valla todo al garete., pero todo fue muy
bien y tanto el gemelo como la bici fueron todo ok. Ufffffff menos
mal.
Después
de los 90 km de la bicicleta, entro en la transición (T3),
realizándola muy rápida. La verdad que un poco con miedo por lo
que me queda, y nada me pongo mis NIKES PEGASUS y 21 km por delante.
El
recorrido a pie, constaba de cuatro vueltas a un trazado de 5 km, la
última era de 6,195 km, y bueno como digo yo desde el principio cojo
el ritmo MP3 (o sea entre 6 y 6.30 minutos el km) y la vedad que para
el entreno que había realizado de carrera a píe, termine muy
contento.
EN
RESUMEN:
1.9 KM NADANDO- 90 KM BICICLETA- 21 KM CARRERA A PIE.
MUCHA AGUA, 10 GELES Y DOS VASOS DE COCA-COLA (Que os puedo asegurar
que me sentaron estupendamente sobre el km 14 de la carrera a pie).
Desde aquí quiero además
de agradecer a mí familia el apoyo, también el apoyo de nuestro
compañero y vice, el Sr Manuel Romero y a su mujer, que estuvieron
dándome ánimos en la prueba. GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
El pasado domingo 21 de mayo tuve el placer de participar en esta
prestigiosa prueba que a mi parecer se va a convertir en un referente
para todas las carreras de MTB. Ya me avisaron que la prueba era
exigente física y técnicamente. Tengo que aclarar que no es exactamente
así, es muchísimo mas que eso. Me dijeron que me hartaría de patear, y
tenian razón. Hay que patear y mucho. Y no solo empujar la bici, hay que
portearla en mas de una ocasión, ya que hay zonas que se pueden
calificar directamente como no ciclables. Escalones de piedra rota
imposibles de subir y bajadas de terreno suelto en los que es dificil no
caerse incluso caminando sin bici. Pero bueno, esta particularidad
de la extrema dificultad en el trazado, no la tomaría yo como una
crítica si no todo lo contrario. Mas bien como un factor mas a tener en
cuenta a la hora de participar. A fin de cuentas esto de la bici es un
deporte y los que nos apuntamos a pruebas y carreras lo que buscamos son
nuestros propios límites y la satisfacción de superar retos. Y si
digo todo esto, ¿por que digo que ha sido un placer? Pues porque el
recorrido es sencillamente espectacular. En su mayor parte discurre por
veredas muy divertidas y por parajes de extraordinaria belleza. Me ha
sorprendido mucho la sierra norte de Córdoba que no la conocía. Y en
cuanto a la organización, solo se me ocurre una palabra: impecable.
Desde la recogida del dorsal hasta la llegada a meta. Todo está
perfectamente coordinado. La parte deportiva por los miembros de los
clubes organizadores Agacha El Lomo y Corduba Trail, y la parte
logística por los militares de la Brimz X que hacen un trabajo
excelente. Es inevitable la comparación con los 101 de Ronda. En
esta son algo menos de kilómetros, 87, pero mucho mas técnicos. Muchas
mas veredas y menos pistas anchas. Mas pateo y menos desnivel acumulado.
Los avituallamientos mas abundantes y variados. Y la señalización muy
muy bien. Prácticamente no había manera de perderse. En definitiva,
una prueba muy recomendable, aunque físicamente muy exigente. Yo llegué
muy muy cansado. Mas de lo que esperaba, pero encantado por todo lo
demás.
Nuestro club estuvo representado por los compañeros José Luis Gutiérrez, Antonio Barranquero y por el que suscribe Mario Molina.
P_Gral Pto_Cat Dorsal Ciclista Categoria Velocidad Tiempo
105 14 918 GUTIERREZ PEREZ, JOSE LUIS MASTER 40 16,61 5:17:56
359 69 261 BARRANQUERO GOMEZ, ANTONIO MASTER 40 13,67 6:26:09
896 206 348 MOLINA TEJERINA, MARIO ANTONIOMASTER 40 10,378:29:15
Tenía planes mas ambiciosos para
semana santa. Quería hacer el Camino Mozárabe hasta Mérida y
volver en bus, pero las previsiones meteorológicas pronosticaban una
semana muy pasada por agua. De modo que decidí quedarme en casita y
dejar la escapada para otra ocasión. Pero cuatro días metido en
casa son demasiado para mi. El jueves santo, que daban agua para todo
el día, resulta que no cayó ni una gota, así que me empezó el run
run. Me volví a sentar delante de eltiempo.es y a estudiar pa donde
tirar y cuando iba a llover. Vi que el viernes y sábado daba una
tregua y que el domingo venía agua a tutiplen. Bueno, tengo dos días
por delante. ¿Pa donde tiro? Mis niños tenían ganas de ver a sus
abuelos, así que se me encendió la lucecita. Tirad vosotros en
coche, que yo me voy en la bici, y el domingo nos volvemos todos
juntos.
Pues dicho y hecho. En un periquete
preparé lo imprescindible para dos días de ruta, pijama, cepillo de
dientes, una muda, etc. Un pantalón pa cambiarme de ropa y un
chubasquero por lo que me pueda caer. Algo de comida tipo, barritas,
almendras, dátiles, etc. Revisar la maquina y planificar el
recorrido.
Nuestro amigo Google Maps tiene una
función interesante que es la de planificar rutas. Buscas una
localidad y le das a como llegar, tienes la opción de seleccionar,
en coche, en transporte público, en bici, o andando. La opción en
bici, no se porqué pero nunca funciona. Te suele decir que no se
puede. Sin embargo la opción andando, es bastante interesante ya que
elije el camino mas corto, utilizando para ello carreteras comarcales
incluso carriles sin asfaltar pero, lo mas importante, evita las
autovias. Así que nada, selecciono Sevilla le doy a trazar ruta a
pié, me la paso al Google Earth y de ahí al Garmin. En teoría todo
muy bien, pero luego veremos que el google tampoco es infalible.
La mañana del jueves me desperté
temprano. A las seis ya estaba en planta. El día amaneció bastante
nublado pero sin lluvia. Así que me puse en marcha tempranito. A las
siete y media ya estaba subiendo el Lobo (Calamorro). Este Google es
un cachondo, lo del camino mas corto se lo toma al pié de la letra.
Bueno, tampoco está mal para abrir boca y calentar piernas. Madre
mía, si casi no llevo cosas en las alforjas, ¿como pesa tanto esto?
Pues nada molinillo y parriba. Bonitas vistas a esa hora tempranito.
De ahí tiré dirección Cártama. Otro
buen cuestón desde la alquería. Es un cachondo, el Google este.
Bueno, va. Hemos venido a hacer deporte.
De Cartama a Ardales me fué llevando
intentando evitar la carretera, por caminos de servicio y carriles
paralelos a la A-357 pero algunos estaban tan embarrados que
finalmente opté por no dejar la carretera. Se hace pesaillo la
subida hasta Carratraca ya que es larga y monótona. En Ardales hice
una parada para comer un mollete y una cocacola y continué ruta.
Siguiente parada en Teba. Un par de fotos y repostar agua. Nuevo
tirón hasta Almargen donde, viendo que el cielo se estaba poniendo
bien negro y que estaba empezando a chispear, decidí buscar
alojamiento y dar por finalizada la joranada. 85 km y 1844 de
desnivel acumulado.
Encontré alojamiento en el Hotel el
Cuarterón, 30 pavos la habitación. Estaba limpia y con baño
individual pa pegarme una buena ducha calentita, perfecto. Además me
guardaron la bici en un almacenillo. Genial.
Por la tarde salí a dar un paseo por
el pueblo, pero a la que caminaba dos calles, ya me había salido
así que en vez de una vuelta le di dos o tres, por matar el rato. La
tarde estaba fea, hacía frio y lluvia, así que acerté de no haber
seguido ruta.
La mañana del sábado amaneció muy
nublada aunque la previsión era de que no llovería y que se irían
abriendo grandes claros, como finalmente así fué. Me puse en marcha
sobre las ocho y media tras un buen desayuno en el hotel. Y encaminé
mis pedaladas hacia el siguiente pueblo: Algámitas, ya en la
provincia de Sevilla. Bonitas vistas y una carretera asfaltada pero
con muy poco tráfico. No se si me crucé con un coche o dos. Esta es
la zona en la que se encuentra la cumbre mas alta de la provincia de
Sevilla, el Pico El Terril que tiene apenas 1128 metros. Y a su lado
está el pico El Peñón que tiene 1121. ES una zona muy interesante
y que me gustaría volver en plan de senderismo. En el cielo un buen
montón de Buitres Leonados que planeaban majestuosamente. Aunque
luego me quedé mosqueao a ver si es que me estaban acechando...
Este ha sido uno de los tramos mas
bonitos del viaje, pues había agua por todas partes y los paisajes
de dehesas muy bonitos. Entre Algámitas y Villanueva de San Juan, el amigo Google me tiró
por el GR246, un carril ancho de zahorra bien compactada que a pesar
de la lluvia se encontraba en bastante buen estado. Al llegar a un
desvio el trak me tiraba por un camino impracticable que me hizo
dudar. Afortunadamente me encontré con un autóctono que estaba
cogiendo esparragos, y que me desaconsejó seguir por el ya que mas
abajo estaba impracticable. Así que tiré por carretera hasta el
siguiente pueblo, Morón de la Frontera. Aquí llegué temprano,
sobre las 12:30, buena hora, para hacer una parada breve y comer
algo. Impresionante montaito de pringá que me ofrecieron en Bar
Retamares, muy recomendable. Viendo la hora que era me las prometía
muy felices, hasta ahora el Google se ha portao. Voy a dar otra
tirada a ver si puedo ver el Málaga a las cuatro en Alcalá de
Guadaira.
Jajaja, mi gozo en un pozo. Resulta que
salgo de Morón por un carril ancho de zahorra blanca, una especia de
via verde. Transitada por familias con sus bicis y gente haciendo
footing. Muy llanito pongo buen ritmo, esto funciona. De buenas a
primeras, al cabo de unos 10 km, cambia el firme, y se convierte en
puro barro lleno de charcos. Mal que bien, sigo avanzando un par de
km mas y la cosa se va poniendo mas fea hasta que me encuentro con
otro autóctono en bici. Se para y me dice que mejor me de la vuelta,
que no se puede pasar el río, que viene muy crecido y que no se
puede vadear, que es demasiada corriente la que trae. Le pregunto si
hay alguna alternativa y me dice que nanai, que está la base
americana y hay que rodearla así que pa Morón otra vez. Buf, que
bajón!
Como no me resigno a desandarlo todo,
busco algún atajo. Exploro un par de carriles, pregunto a otro
nativo, y finalmente, decido atravesar un olivar que estaba embarrado
a mas no poder. Cada 20 metros se me bloqueaban las ruedas de barro.
Podia haber puesto una fábrica de botijos. Me harté de tirar de la
bici mas que de empujarla, hasta que por fin salí a la carretera.
Las 14:40 y no he avanzado mas 15km desde Morón. Que bajón! Me
quedan 37 hasta Alcalá y para colmo hace un viento de poniente que
me pilla totalmente en contra. Así que nada, aquí en medio no me
puedo quedar. Tiro palante. Esta es la parte mas monótona y mas
dura, ya que es muy recto y aburrido y el viento de frente me hizo
exprimirme mas de lo que esperaba.
Por fin llego a Alcalá de Guadaira,
estoy muy cerca, pero amigo, no me puedo meter en la autovía con la
bici. El navegador me sugiere que tire dirección Dos Hermanas hasta
Montequinto y entre en Sevilla por la carretera de Utrera, y así lo
hago. Urbanizaciones fantasma, con grandes avenidas, con sus aceras,
sus aparcamientos, sus arbolitos, y ningún edificio. Tristes
secuelas de la burbuja inmobiliaria. Ya se ve la ciudad, paso por
encima de la SE30 y ya estoy en el carril bici.
Tiro pa la torre del oro y a la primera
chavala que veo le pido que me haga la foto de rigor. Testimonio de
la hazaña.
Total 227 km 2958 metros de desnivel
acumulado y 14 horas y 16 minutos de pedaleo.