Yo no se si es legítimo que abra yo esta crónica. El motivo es que en esta ocasión soy juez y parte, ya que he asistido como voluntario en esta edición, y se supone que las crónicas debieran abrirlas los asistentes. Pero lo cierto es que como me lo he pasado tan bien, pues como que no me puedo "aguantar" sin contarlo.
El caso es que yo participé en esta ruta en su edición de 2010 y lo cierto es que me lo pasé fenomenal. Una de las cosas que me llamó la atención en aquella ocasión era la cantidad de voluntarios que en un pueblo tan pequeño se habían volcado con la organización del evento. Estos chicos del club de los Biciosos son unos fenómenos. A pesar de no ser un club muy numeroso, lo suplen con un gran empeño organizativo y con la inestimable colaboración de familiares y amigos. Así que cuando se comentó la necesidad de que asistiéramos alguno como voluntario para rodar en el grupo y echar una mano en los cruces, estar pendiente de la gente, etc. es que ni me lo pensé.
En mi caso la jornada empezó sobre las siete, me tomé un café en la maskimovil, y me acerqué a la plaza para tratar de echar una mano. No había salido ni el sol y ya estaban los voluntarios organizando el tema de los dorsales, preparando la plaza, colocando pancartas, etc.
Soberbio el pedazo de desayuno de mollete con acite de la tierra y tomate, despuntando el alba desde esa atalaya que es el balcón de la plaza. También había zumos y tortas de aceite así como unos rosquitos caseros de quitarse el sombrero.
De manera que la gente va llegando, formalizando el tramite de las recogidas de dorsales, desayunos, etc, y mientras montamos el arco de meta y otros preparativos al tiempo que saludamos caras conocidas y compañeros que van llegando. Hacemos la última charla técnica con los organizadores y voluntarios, cruz roja, vehículos de apoyo, etc.
El día se presentaba perfecto, soleado pero con una temperatura ideal para montar en bici.
El que conozca el terreno sabrá que en Comares, como la mayor parte de la Axarquía hay poco llaneo. Lo que no es toparriba es topabajo. Así que como el pueblo está en to lo alto, pues nada mas salir toca topabajo.
Sobre las diez se da la salida. Bajamos, primero por la carretera para enseguida tener que ponernos en fila de a uno y descender por una veredas muy divertidas. Muy buena bajada, larga y divertida, con alguna curvilla complicada pero perfectamente señalizada gracias al excelente trabajo de los voluntarios
Así llegamos al río sin incidentes. Un ratito remontando el cauce seco, en el que se produjeron un par de pinchazos, sin consecuencias. Con agua hubiera sido bastante mas divertido aunque las mecánicas se habrían resentido mas, y tras una ligera subida reagrupamiento. Aquí se formaron dos grupos. Unos para ir a una zona algo mas técnica, y los que preferían complicarse menos la vida que vinieron conmigo por un carril mas ancho, para al cabo de unos metros volvernos a mezclar. Tras un poco de sube y baja llegamos al primer avituallamiento, prácicamente sin bajas. Reponer líquidos, y nos ponemos en marcha de nuevo. Aquí vino una subida algo mas larga, que vio bien para calentar motores para lo que sería el tramo libre mas adelante. Tras una bonita ruta por los alrededores llegamos al segundo avituallamiento, donde repusimos liquidos y tambien fruta y barritas. Falta nos iba a hacer. Reanudamos y nos detuvieron en el cauce del río, que sería el inicio del tramo libre. Los máquinas se ponen por la parte delantera para coger buen puesto en la salida y los mas modestos nos quedamos de mitad de pelotón para atrás. El tramo libre es la subida desde el río hasta el pueblo. De Unos siete km aproximadamente, pero con unos rampones con pendientes de mas del 20%. Así que se da la salida y ala, a apretar bien parriba.
Yo me encontré bien y también apreté lo que pude, considerando que salí mas bien por la parte de atrás del pelotón pues estoy muy satisfecho. Mas or las sensaciones que por el tiempo o el puesto ya que como no llevaba dorsal no me metieron en la clasificación. Entré mas o menos con entre el amigo Pvera y Califa, así que cuando salga la clasificación lo veré.
Y una vez llegado al pueblo, el mejor momento del día, la pedazo de birruki fresquita que tenía en la mano apenas bajarme de la bici, que me sentó a gloria.
Mientras disfrutaba de mi segunda y de mi tercera birruki, nos pusimos en la cola del arroz y comimos en la plaza tan agusto corredores y acompañantes. Tras la comida, sorteo de regalos variados, entrega de premios y cada mochuelo a su olivo.
Ha sido una jornada magnífica, ha hecho un día estupendo, he saludado a amiguetes que hacía tiempo que no veía, he pedaleado con otros que los tengo muy vistos
pero que no por eso desmerecen la experiencia, y ha sido un placer colaborar con la organización y que todo haya salido tan bien. Un saludo muy afectuoso a todos los componentes del Club los Biciosos.Y ahora un par de fotos del ambientillo previo a la salida.
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