domingo, 30 de septiembre de 2012

XIX MARCHA CICLOTURISTA RICARDO OCHOA


Nunca había participado en una cicloturista de carretera. Y creo que me he estrenado por la puerta grande.
No obstante ya me han advertido que la gran mayoría de las cicloturistas poco o nada tienen que ver con esta. Que normalmente según se da la salida la gente sale escopeteada y si te he visto no me acuerdo. Por el contrario, en esta el ritmo ha sido neutralizado durante el todo el recorrido a excepción de los 5,7 km de la subida a Casarabonela que eran el tramo libre.
Me presento muy temprano, sobre las siete y media, a recoger el dorsal. De noche todavía, un domingo a esa hora casi no había nadie por la calle, pero ya estaba allí Francisco Matías, ¡qué tío!
El caso es que recojo el dorsal, y me voy encontrando por allí con algunos compañeros y amiguetes que van llegando, Tripleplato, Bonela, Nika, Juanmisanta, Rosabike, etc, etc, que no me quiero dejar a nadie.
Tras un poco de retraso y el acto oficial del corte de la cinta por parte de las autoridades, dan la salida. Se nota la crisis en el número de participantes. Pues no llegaremos a una centena. Se hace raro, que la gente se apunte a otras cicloturistas mas lejanas y sin embargo a esta que tenemos en casa como quien dice, no se apunte mucha gente. Supongo que los 30 eurazos de la inscripción (20 para federados) deben tener buena culpa de ello.
Como decía nunca había participado en una prueba de carretera, así que esto de que te vayan abriendo paso y cortando el tráfico es sencillamente: flipante. Hay que decir que tanto los motoristas de la Guardia Civil, como los voluntarios y la Policía Local han hecho un trabajo excelente. La sensación de ir en un pelotón tan grande, escoltados, pasándote los semáforos, usando toda la calzada... increíble la experiencia.

El caso es que a un ritmo agradable, y con una temperatura perfecta para montar en bici, vamos avanzando, conversando con compañeros y conociendo gente nueva. Así llegamos a Pizarra, donde hacemos el primer alto en el camino. Repostaje del líquido elemento, visita al toilette, foto con el concejal o lo que fuera, y continuamos ruta. Enfilamos las rampas de zalea, el coche de cabeza, le "pisa" un poco mas y aquí el grupo ya se estira bastante. Te das cuenta de lo que anda la gente. Una barbaridad. Unos km mas adelante, nos detienen para dar la salida al tramo libre. Hombre, no deberían habernos parado justo en el inicio de la cuesta arriba cuando cien metros mas atrás estábamos en llano. Pero bueno, se da la salida y todo quisqui parriba. Los maquinas a disputarse su trofeo y el resto pues cada uno a su ritmillo. En Casarabonela, otro avituallamiento: bocata, lata de acuarius y pieza de fruta. Se estaba de lujo sentado al solecito en los bancos de la plaza.

Allí conocí a Sergio. Otro integrante de nuestro club ArroyoMtb que estaba de motorista trabajando. ¡que casualidad!
Reanudamos la marcha y esta vez nos meten por la autovía. El ritmo es de tironazos. De repente el coche aflojaba y nos reagrupábamos a 25km/h que lo mismo apretaba y nos poníamos a 40 y hasta 50 en alguna bajada suave. Así llegamos a Cartama pueblo donde tenían preparado otro avituallamiento esta vez con cocacola, agua, etc. 
Y ya no hubo mas paradas hasta llegar a Málaga, adonde entramos por la avenida Ortega y Gasset. Qué puntazo entrar escoltado por la policía, y la gente que al ver el pelotón pues se pone a aplaudir. Coño, ¡que te sientes como si fueras un pro auténtico! Jaja, ya ves tu.
Y llegamos a la meta en la peña Puerta Blanca, donde nos tenían preparado una paella enorme, que por cierto estaba muy buena, además de ensalada y cerveza y refrescos a tutiplen. Entrega de trofeos, sorteo de regalitos variados, y antes de marchar un obsequio para cada uno, además de una gorra y camiseta de recuerdo.
En resumen, una excelente jornada, con una organización impecable y en excelente compañía.
El año que viene repito.

La ruta AQUI 


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